Corre, date prisa. No se nos valla a escapar la vida. Corre, no te detengas, tenemos que atraparla, corre, corre...
Dame... Mejor no me des nada, no vaya a ser que luego te pida mas.
No me toques, que quizá luego te pida que me abraces.
Y no me abraces, que luego quizá desee desesperadamente que me beses.
Y, ten cuidado, no me beses, porque sino puede que después de tocarme, abrazarme y besarme, te pida que me ames.
Y, por favor, no se te ocurra amarme, que me da mucho miedo rogarte que no me dejes.
Tengo una idea brillante.
TOCAME, ABRAZAME, BESAME Y AMAME.
Arriesgate a dejarme, arriesgate a que me arriesgue y hagamos de la vida una obra de teatro, con caballeros y damas galantes. Hagamos de nuestros seres protagonistas de una maravillosa película en la que todo es mágico, y todo falla, y todo lo que falla se resuelve.
Revolvamonos bajo el manto de las fugaces estrellas, y deja que tu sonrisa me ilumine el alma.
Dejemos que los sucesos fluyan y bailemos, las dos juntas bajo la lluvia en el ultimo día que nos otorgue la vida.
Corramos tras la vida, que ella va rápida, y no la podemos alcanzar. Inventemos mundos nuevos por los que pasear. Subamonos a lomos de un colosal ser de grandiosas alas que nos haga volar y montarnos en la vida, para alcanzarla y no dejarla escapar.
Seremos eternas.
Solo nos falta intentar.
Repartiendo amor efímero que puede quedar tan sólo en un vacío en aquellas que, aún y no sentir (o no entregar), permanecen…
ResponderEliminar¡Qué bonito!
ResponderEliminarMe viene esa estrofa de esa vieja canción
"antiquísimos restos de fécula en el guión de tu película"
salud