Y mientras soñáis, repitiéndoos y repitiéndoos
en sueños “¡No queméis el café! ¡No queméis el café! Que el café es lo único que
merece seguir viviendo, aunque realmente nunca viva….”
Fragmento del cerebro de Patt. Ahora
bien, que no tenga ningún sentido, no quiere decir que sea inservible, porque digamos,
que hace que no escribo desde tiempos inmemoriales y se me quema el café, algo
tendré que pensar que me haga sentir que soy especial, ¿verdad? Todos
necesitamos sentirnos especiales, por eso hace tanto que no escribo, creo,
porque últimamente, me siento especial sin escribir, pero cuidado, que ahora
este escribiendo, tampoco tiene que, por defecto, ser porque ya no me sienta
especial. Solo quiere decir, que quiero seguir siendo especial escribiendo.
¿Y sobre qué escribo? Voy a leer a
Schopenhauer, a ver primero si me
acuerdo de escribir su apellido correctamente, y luego, a ver si me inspira
como antaño.
“En la música todos los sentimientos
vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad.”
A caso no seamos más que artistas, (que
ironía, “más” que artistas) acaso el mundo sea el escenario en el que
desplegamos nuestras facultades, a caso, toda nuestra vida sea solo para
conseguir una meta que nos viene predeterminada, a caso, nunca lleguemos a
conseguirla, o quizá, a caso haya gente que se ha empeñado tanto en conseguir
sus metas, con tanta fuerza, que a caso ahora los demás no podamos conseguir
las nuestras por pensar que ya todo es como tiene que ser, por aquellos viejos
que las consiguieron e hicieron cambiar el mundo hasta que fue tal y como lo
conocemos ahora. A caso nuestras metas se vean frustradas por la codicia que
crearon aquellos hombres con fuerza de voluntad, y a caso no luchamos tanto,
por ver que nunca las lograremos alcanzar.
Pues no. A caso sea todo eso, o acaso
no.
A caso yo no me cansare nunca de esperar
ver la bondad del mundo, y a caso, no, seguramente, me siga emocionando cada
vez que veo en el ser humano un ápice de la grandeza que nos rodea.
Todo ha cambiado, mi visión pesimista de
la raza humana se ha disuelto, y desde aquí, les recomiendo a todos los grandes,
a todos mis grandes ídolos, que miren con otros ojos el mundo, que abran sus
corazones y que se alejen de esa soledad tan codiciada y tan celosamente
conservada, que encuentren el amor, pero el amor de verdad, el amor que brilla
en los ojos y te hace de espejo, que te toma de las manos, ese que sientes a dentro,
y que con ese brillo, nos miren a todos nosotros y se sientan orgullosos de
formar parte de esto, de formar parte del mundo.
Les recomiendo a los grandes poetas que
desde el cielo nos hacen escuchar su risa glacial, que la calienten, que se
calienten el corazón y dejen de reírse irónicamente al vernos pasar, que se
encuentren a sí mismos y lo hagan como humanos, lo hagan como lo haríamos
nosotros, como nosotros deberíamos hacer.
Os recomiendo a todos, que sigáis buscando,
que nada acaba hasta que está acabado, sé que suena redundante e incluso
hilarante, pero si lo recuerdo, no es gratuito, muchas veces dejamos las cosas
por pensar que ya se acabo, que no puede ser, que a otra cosa mariposa y me
olvido de mi deseo de conseguirlo.
Pues no, amigos míos, no hay nada
imposible, nada que no puedas hacer, existen los impasibles y los impasables,
pero no los imposibles.
Así que, quítate esa idea de la cabeza,
y sigue con ello, hasta el día que te mueras si es preciso, si mueres sin
conseguirlo, morirás al menos con fuerza de voluntad y con dignidad, y con un “al
menos lo intente” en los labios como último epitafio de despedida, eso es más
importante que todo lo demás… Y vuelvo a repetirte, si no lo consigues tú, lo conseguirá
tu alma en su próxima vida, siempre y cuando al menos, como poco, mueras intentándolo.