miércoles, 16 de octubre de 2013

Dos veces Bella, por Tu Ser y por Absurda.

Lo real me produce asma,
como a Cioran.
Y lo que me creas tú, inesperada,
no es algo que pueda expresar.

Inesperada como un arcoíris sin agua,
como un susto en pleno agosto,
como una lluvia en el desierto
o como los besos en bocas desesperadas.

Inesperada, que has llegado sin avisar,
justo cuando menos lo esperaba y,
mírate, aquí estás, incrustada.

Como un piojo que se agarra a la masa capilar,
como un corazón roto
que de su amor no se quiere separar.

Te llevo clavada sin razón en mi alma.

Y qué le voy a hacer,
si mis deseos parecen ser de otra persona,
si no me los espero
y me obligan a correr como una loca detrás de algo que desconozco y que no creo querer conocer.
Funcionan por cuenta ajena,
son autónomos de mi ser.
Trabajan para mi
pero no me hago responsable de ellos.

Y sintiéndolo mucho, estoy enamorada de ti.

No te asustes, pequeña flor, que ha sido sin querer...
Yo buscaba quererme a mí, pero te has antepuesto a mis deseos
lo que implica, que eres dos veces más rápida que yo.
Corres como una gacela por mi corazón,
y yo aquí, mirándote pasar,
ensimismada en ti...
Enamorada sin remedio, que no sin razón,
que razones tengo;
A ver si va a resultar ahora, que el que una gacela ande corriendo sin ton ni son por tu corazón, no va a ser razón suficiente para sentir este inmenso amor que siento yo.