martes, 30 de abril de 2013

Pero No.

Cuando no se tiene nada... Se valora más todo.. O no. Si, se empieza por añorar, por desear, por soñar.. Sobre todo por soñar... Y ya después si eso, se valora.
Digo si eso, porque todos nos acostumbramos más fácilmente al bienestar que al malestar.
El malestar es sentido a cada momento, lo sientes constantemente, como una mochila que te pesa a la espalda y de la que no te puedes desprender, pero ay.. El bienestar.... El bienestar es otra cosa muy diferente.
¿Cómo calificaríais el bienestar? ¿Cómo definirlo? ¿Cómo?
Yo no sé porque es, pero puedo, como todo el mundo, vaticinar, imaginar e idear... Puedo decir que hay personas que se sienten peor con el bienestar que con el malestar. Porque el malestar es algo, que quieras que no, te hace sentirte, te hace sentirte en ti, como persona, como humano, como ente, como ser. Te hace saber que estas, que tienes algo, sobre todo algo por lo qué luchar; el bienestar.
¿Y una vez conseguido? ¿Qué? ¿Qué pasa entonces?
Lo lógico sería que esa persona se esfumase, se convirtiera en polvo, que muriese repentinamente con una sonrisa de paz como epitafio de despedida.
Pero no.
Aquí nos quedamos, sin saber que hacer, con la ausencia del malestar que nos daba el sentido de la vida.
¿Y que se hace después con el bienestar? ¿Cómo seguir sintiéndote vivo con un bienestar que no te hace sentir nada más que.... Que.... Que.......... Ausencia. Ausencia de vida. Ausencia de sentido. Ausencia de SENTIR.
Aquí es donde esperáis la ansiada respuesta, la que yo también espero.

No sé qué se hace con el.
No sé si reciclarlo, o si comérmelo junto con la ansiedad de no sentir nada más que ausencia, y con toda la cantidad de comida que ingiero al día para sentir que me lleno de algo.
No sé si crear un espacio en mi mente en el que pueda asesinarlo y guardar su cadaver como recuerdo constante que me haga saber que estoy mal de nuevo.
O si cogerlo un día y darle una charla de madre a hija, y hacerle saber, que no de puede ser tan cruel. Que en la vida, los humanos necesitamos saber que existimos, que somos, y que para eso, necesitamos estar mal también.
Que no sea tan egoísta.

Que al fin y al cabo, lo que todos queremos es estar bien.