-Oh, amada, esto no es viable, no deberíamos estar haciendo esto...
-Princesa, cuanta razón tienes, somos dos mujeres con poco uso del corazón... Pero, pero, mi reina, dímelo tu: ¿ Cuantas cosas debieran suponerse, y son incumplidas ? Dejemos que se esfume la razón. Y si no, mira la democracia, la de este siglo, mi amor. Mira la igualdad que difunde el ministerio, mira las ayudas y la preocupación por los niños y mujeres maltratadas, mira la justicia que rige ahí fuera..
Ahora somos tu y yo. Nosotras las que estamos aquí, apartadas de todo. Nada nos inunda, nada nos ensucia... Dejame divisar la pureza de tu piel, lo terso de tus labios, iluminame con la agonía de tus tristes ojos... Hazme no distinguir entre la tristeza y la felicidad, ahogame en tu melancólico mar y dame todo el placer que me puedas regalar....
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