lunes, 27 de julio de 2009

"¿Por qué yo?"

Tú, porque has aparecido en mi vida en el momento preciso.
Tú, porque me has ayudado a salir de un pozo que podría no haber tenido final.
Tú, porque tu presencia me ha dado la luz necesaria para poder ver.
Tú, porque tienes la esencia y el perfume que me han hecho despertar.
Eres tú, y no las demás.
No pienses que es un juego de niños por ser yo una adolescente, deja de no tomarme en serio por mi edad, que me duele.
Para ya, no vuelvas a llamarme loca, que mi cordura esta en su sitio, la razón no me falta y llevo algo, la dosis suficiente de sensatez como para entenderte.
No me digas que el besarme podría ser un error, que mis besos salen de dentro de mi, y son parte también de mi corazón.
Yo también soy un persona, no soy ni un objeto ni una edad.
A mis sentimientos les cuesta mucho aflorar, y son bellas flores de infinitos colores ya, por ti.
Que un "Te quiero" de mi boca no es un "Te quiero" cualquiera, y no lo siento con facilidad.
Ya basta, no sigas poniendo escusas absurdas, no me hagas sentir que no tengo credibilidad.
No me vuelvas a decir que no me crees, porque mis sentimientos nacen en mi y sus razones tendrán.
Para, para. Para... No me digas que no puedes, que quieres, pero que no puedes... ¡Qué absurdo! ¿Para qué sirve entonces la libertad?
Hablar de amor, y querer dar imagen... ¡Qué tonta necesidad! "Sería feo", pero qué tendrá que ver el tocino con la velocidad... Los sentimientos no tienen rostro, siempre han tenido que padecer esa tara, y decir que sería feo el actuar por un sentimiento...
Creo que ahora te quiero menos.

Esperanza.

Esperanza...
Al igual que el mar
me he hallado yo,
tan llena,
y sin esperanza alguna.
Pues... ¿Para que sirve la esperanza?
Por experiencia, la vida me ha enseñado que, hasta ahora, la esperanza no sirve mas que para encontrarse sin ilusión alguna.
La esperanza te llena de ilusión, de vida,
y la esperanza misma toda te la quita.
Hoy tuve esperanza, estuve de esperanza llena, que a su vez me lleno de alegría, de vida y de ilusiones toda.
Pero no ha hecho falta mas que el paso de unas horas para que la esperanza misma me arrebatase su ser entero y me dejase vacía.
Vacía de ilusiones y de cualquier tipo de felicidad.
Tres días enteros esperando ansiosa esas dos últimas horas, esos últimos minutos, que me dejasen gozar del esperado momento, esos últimos segundos antes de que tus ojos atisbasen los mios.
Y otros pocos segundos para mentalizarme de tu rotundo rechazo después de todo.
Para escuchar ese adjetivo en todo cariñoso y despectivo;
"Loca"
Para quedarme vacía, sin un adiós, con un gracias, y un ya nos veremos únicamente audible desde mi propia boca.
Fue una única noche,
y mi esperanza desmesurada.
Fueron solo unos besos,
y mi ilusión tanta...
Fue la esperanza, y,
entonces...
¿Por qué quedé yo tan rota?

martes, 14 de julio de 2009

Otra vida llegará.

¿Cómo conseguiré olvidar algo que todavía esta por pasar?

¿Cuantos secretos puede guardar una jaula de cristal?

¿Cuanto tiempo tendré que esperar para que mi alma pueda sentirse en paz?

¿Cuantas lágrimas habré de derramar?

Y yo, que solo desearía gritar
todo esto que llevo dentro
y poderme al fin vaciar.

Que solo desearía poder hablar sin miedo.
Poder mirar sin cautela.
Poder sentir sin culpabilidad.
Poder salir de este sueño
y sentir el viento.
Que solo desearía poder dejar de soñar
pero no existen pastillas para ello.

Y soñaré,
hasta que el mar tenga un dueño.
Soñaré hasta que las estrellas bajen a este crudo infierno.
Hasta que la penumbra abandone a este ser risueño
y otra vida llegará.

miércoles, 8 de julio de 2009

¿El corazón también habla?

"Deja que hable tu corazón. Deja que tus sentimientos fluyan por tus venas y te hagan temblar."

Hace ya tiempo, aprendí a no creer, para no sentir el dolor del engaño.
No sé qué es lo que tienes tú, esa esencia que me faltaba, quizá eso que tan a ciegas buscaba y buscaba, que no puedo no creerte por más que no quiera.
Me has pedido que les de rienda suelta a mis sentimientos, me has pedido que le deje hablar a mi corazón, pero de alguna manera siento que no debería estar escribiendo esto.
Me inspiras tanto, todo es tan mágico (O quizá sea yo, que me lo invento ya por pura necesidad, aunque no lo creo, pues no creo en la casualidad.) ...

Me has ayudado sin querer a salir de un agujero en el que caí por miedo a caer.
Qué malo es el miedo...
Qué mala en este momento mi valentía, al escribir todo esto.
Qué mala la inocencia, tan malo también el tiempo.
Este tiempo de tormentas y desgana.
Qué malo también el mudo,
en el que la gente ya no se ríe con los payasos.
Qué malo todo...
¡Qué ironía!
Yo aquí, sentada, fumando, tomando té, recordándote tan felizmente, escribiendo sobre las desgracias mundiales, intentando, sin quererlo, abrir paso a mis sentimientos.
Comenzando, sin quererlo también, a temblar.
A sufrir escalofríos,
a sonreír sin parar.

Qué sensación tan extraña, esta de saber que no tienes que hacer algo, y por no poder parar, seguir haciéndolo...

lunes, 6 de julio de 2009

Ven, ven a jugar.

Ven a jugar conmigo.
No te tomes la vida tan en serio, deja a un lado tu delicadeza, aparta tu madurez por un día.
Juega conmigo a este juego en el que nadie podrá ganar, juega conmigo, solo tenemos como finalidad jugar.
Vamos, ven a jugar... Solo estoy yo, y no hay nada que perder.
Ven a jugar, tu seras mi princesa, y bailaremos en un mundo que creare solo para invitarte a jugar.
¿Quieres ser mi pareja en este baile?
Bailemos, princesa. Podremos reír y cantar, animate, ven a jugar.
¿Por qué tan serio? Vamos, ven a jugar.
¿Es que se te ha muerto la niña que llevas dentro? ¿Tan aburrida estas?
Ven a jugar, deja que te guíe por este mundo que inventé para ti.
Abreme tu corazón, soy sincera, solo quiero que recuerdes qué era aquello de "jugar".
¿De qué sirve madurar si pierdes la noción de divertirte y de jugar?
Seamos niñas, princesa querida.
Escapemos de todo esto sin pensar.
Solo un día.
¿Por qué tomarse tan en serio esto de vivir?
¿De qué sirve?
Explicame... ¿De que te sirve madurar en el camino de la vida si cuando se es adulto se gana en pudor y se olvida el jugar?
Olvida el pudor, olvida esa imagen que tanto te empeñas en dar...

Ven a jugar...

Cuanto duele.

Hoy es mañana para ayer, y para ayer hoy mañana, pero mañana seguirá siendo siempre ayer y como duele, cuantisimo duele fingir estar bien...
Tener que dar una imagen fuera, por sentirte tan sola en casa...
Aunque fuera la soledad persista, te puedes tomar la vida como un juego, y actuar... Actuar como se actúa en el teatro. Este teatro de la vida que siempre acaba siendo tan falso.
Se puede jugar, pero siempre se vuelve a casa, siempre cae la noche y la soledad en su estado puro también vuelve, por no tener un abrazo sincero de una persona querida en esa cama tan grande en la que siempre te pierdes, en la que siempre hace frío y en la que siempre esta todo tan oscuro... Por no tener una caricia que te salve de este infierno, por no tener una palabra de consuelo, una mirada de complicidad...
Duele, cuanto duele la soledad cuando no se la quiere.

domingo, 5 de julio de 2009

Dama encapuchada.

I.

No, ella no es una princesa herida. Ella es una dama que pretende herir princesas.
¿Qué por qué? Por que yo no la siento princesa.
Ella es lejana y fría,
ella es oscura y siniestra aunque sonría.
Ella es una dama encapuchada
que quiere sentirse deseada.
Ella no es pop
ni por mi,
ni por nadie.
Esta completamente encerrada en su dolor,
y solo quiere verlo fuera de ella para sentirse mejor.
No se da cuenta de que tiene que sacarlo y no crear otros...
Ahora no tengo suficiente tiempo, pero intentare que sea capaz de verlo.

Ella es una serpiente que pretende ser gata.
Ella es una dama encapuchada dentro de una urna de cristal,
pretendiendo que así nadie la vea.
No se da cuenta que así lo único que consigue es que personas como yo consigan verla desnuda,
solo consigue que yo vea todo eso que ella quiere esconder, y,
por mucho que ella quiera que yo no la pueda ver...
No sé cómo hacerle entender
que no consigue esconderme nada.
Que ya he visto lo suficiente,
que mi mente viaja audaz por todos los lugares que la hieren.


Estaba intentando confundirme;
estaba intentando herir a otra princesa más,
pero eligió mal.
No se ha dado cuenta de que esta princesa debajo de su delicada piel
tiene piezas de acero forjado
a un fuego lento.
Tan lento...
Como su hondo dolor.