jueves, 16 de septiembre de 2010

La paz de mis ojos se llama Mar.

Vivo para sentir, y mi sentir solo nace para morir.
Acabo de perder la poca comprensión que quedaba en mi sobre todo esto.
Entre los aguijones y las abejas, y los hilos finos y las vidas,
y todo ese rollo de la reminiscencia y la transmigración,
el sida que es tan pegadizo como la puta canción del waka waka,
y tantos papeles por aquí, con tantas velas,
la visualización de mi cuarto en llamas
y mi muerte, y las turbulencias en mis ojos que se vuelven mar.

Por fin, el mar...
Qué paz.
El mar es Elalef.
El mar es la eternidad, donde nada pesa tanto como aquí, y donde no hay muros ni murallas, ni fuego que arrase con mi cuarto, ni abejas, ni canciones... Sería el mejor sitio para vivir.

1 comentario:

  1. Komo m gustaría poder fluir komo el mar.Tener esa fuerza y esa vulnerabilidad al mismo tiempo. Es imposible lo sé pero m konformo kon mirarlo y dejarme llevar.



    Freak Girl

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