miércoles, 26 de septiembre de 2012

Humedad y Desesperanza.

Y ahora solo queda ver cómo la noche se funde con el día
cómo mis ojos anegados en lagrimas y el mohín de mis labios
se ahogan en el mar que me observa impasible,
sin esperanza, como me siento yo.
Sin esperanza,
por mirarla a ella, mirarla...
Mirarla adorándola, poseyéndola con mis ojos
que la ven sentada observándolo todo, excepto a mi,
poseyéndola como solo puedo hacerlo
con los ojos cerrados y mi dulce imaginación
que trajina con mis sueños y los hace volar
a los lugares mas bellos
para luego dar una orden a mis ojos
"-¡ Abríos !"
Y así, con ese simple reflejo humano
destrozarlo todo.
Abatir la imagen, tan real dentro de mi
de su boca ciñéndose a la mía con fuerza
para beber mi esencia de la que nunca se sacia.
Romper la sensación de tenerla dentro de mi
sabiéndola gozar con mi placer
mientras sus oídos se destrozan por la pasión que le rezuma dentro
así como me siento yo siempre
y así como solo la siento a ella
antes de que los reflejos de la maldita raza humana me hagan,
sin piedad, romper ese glorioso hechizo
en el que mis sueños se tornan realidad,
en el que solo estoy yo para ella,
en el que yo soy su deidad,
su mayor y única verdad.

Lo que ella significa en mi siempre aunque a ella no le importe
y lo que yo en ella nunca podré significar.

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