miércoles, 18 de febrero de 2009

Eternidad agonizante.

Podría hacer de ti una obra de arte elaborada.
Haría con tu cuerpo un moldeaje perfecto.
Te crearía un traje a medida, bien ceñido, todo de saliva.
Con tus ojos, crearía dos relucientes luceros en un mar, azul oscuro, que se llamarían;
"El comienzo de tu cuerpo".
Con tu pelo salpicaría esa superficie de infinitas olas, que dejarían al descubierto lo estilizado de la suave e impertérrita mar.
Yo seria el eslabón perdido, que no para de buscar.
Y en tu seno encontraría mi lecho,
algo que nunca lograre olvidar.

Te vestiría, y en un retrato,
captaría toda la melancolía, que con un simple mirar, eres capaz de transmitir.
Captaría toda tu lujuria, toda tu vitalidad
y lo mucho que recuerdas a la agonía;
con cuatro lineas en un papel en blanco,
con una diapositiva en una habitación oscura,
en la que no consiga ver nada mas que lo que evocas..
Conseguiría retratar tu voz, toda su dulzura.
Con una melodía que se asemeje a un ruiseñor.
Con solo una sonrisa eres capaz de hacer que se me olvide la distinción entre
la tristeza y la felicidad.
Entre la vida y la muerte...
Y solo haces que mis esquemas en ruinas se desintegren un poco mas.
Es tu nombre, el eco de los montes; y lo que cantan los ríos es un poema de amor que desnuda tu belleza.
La naturaleza pide con quejumbrosos alaridos que la rescates con tu angelical llegada, con tu angosta inmaterialidad de la vida, que los haga olvidarse de lo que es el dolor, porque, eso es lo que eres...
Eternidad en vida, y..
El vivo retrato del amor.

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