viernes, 5 de noviembre de 2010

Mentiras por necesidad.

Tengo la necesidad de echar algo de menos, de desear algo con tal afán
que me provoque insomnio y ansiedad,
que no me deje pegar bocado, que me tenga martirizada sintiendo un infierno en este infierno de vida real.
Quiero echarte tanto de menos que al final nunca más te quiera volver a ver,
quiero no tenerte nunca para desearte siempre.
Quiero no volver a dormir contigo y sentir siempre tu ausencia aun estando acompañada en esta mierda de cama.
Quiero quererte como te mereces, y no puedo quererte bien si tengo a tu cuerpo aquí siempre, estorbándome continuamente,
jodiendo mi espiritualidad y echando a perder todo el amor que te guardo mientras no estas.
Quiero que no vuelvas a esta casa jamás.

Quiero que el mundo se calle, que me deje en paz...
Siempre me había costado mucho, pero nunca tanto, tanto tanto, el vivir y nada más,
el simple vivir, la insoportable levedad del ser
el saber que un día todos nuestro afanes, nuestras alegrías, nuestras penas, nuestro duelos y nuestras cosas más bellas... Con nosotros mismos acabarán y acabaremos en un maldito hoyo sucio de barro y de fealdad, con un montón de personas al rededor, que también acabarán igual...
Qué pena, qué dolor, qué mal estar.
Qué enfado, joder, qué enfado con todo, con todos.
Qué vida perra, que estúpido martirio y que tonto desgaste de energía.

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