martes, 21 de septiembre de 2010

Hipotesis ensoñadoras.

...no podría evitar el acercar mi respiración a su blanca tez, y a sus labios rosados sobre esas nieves endiosadas que tiene por mejillas... No podría evitar el no dejar de mirar esos dos luceros que lleva en lugar de los ojos de la gente común, el no poder dejar de acariciar la parte de su cuerpo más cercana a mi mano como si fuera lo ultimo que fuera a tocar en esta vida por mi muerte simultanea mañana por la mañana...
No podría evitar el echarla de menos esta noche, cuando yo me vaya a dormir a mi cama a soportar la soledad del día a día a la que me condena mi ser poeta y de la que ella me habría salvado hoy...
Ella, la enfermiza pasión de mi mente con la que sueño cada noche, incluso antes de caer en el plácido estado que tanto se asemeja a salir al paso de la eternidad...
Ella, esa dulce y agresiva luz de mi mundo, que es para este lo que el sol para la tierra. O, mas bien... Querría que así fuera, por querer y anhelar sentir su calor sobre mi.
Ese cuerpo, mi mayor temor por ser mi mayor pasión...

Una obsesión que me devuelve la vida, una obsesión insana,
pero tan sana para mi como para una vaca la lechuga, o como para un humano el ejercicio.
Ella es...
Mi sutil musa del erotismo.

1 comentario:

  1. Kreo ke kuando sientes, vives komo respira álguien se keda tatuado en tí. EL olor d la piel, su kalor es algo ke a veces es imposible d olvidar, aunke a veces resulte desesperadamente doloroso.


    Freak Girl

    ResponderEliminar